Raúl Contreras Flores
¡Sorpresa! El C5i de Tlaxcala sí sirve; pero, sólo para identificar y perseguir a los críticos del gobierno fallido de Lorena Cuéllar. Así ha quedado demostrado tras la pronta identificación y posible persecución de los presuntos autores de las pintas y mensajes dejados en los muros de la recién inaugurada cápsula del tiempo, en los que simplemente expresan el sentir de un amplio sector de la población tlaxcalteca.
Con esta alta “eficacia” se demuestra el trabajo selectivo de investigación que prevalece en este órgano de vigilancia a cargo de Max Hernández Pulido. Mientras numerosos hechos delictivos y homicidios del fuero común, y otros tantos cometidos por la delincuencia organizada consignados en cientos de abiertas carpetas de investigación, aguardan con resignada paciencia ser atendidos, la prioridad en la procuración de justicia está centrada en la identificación y persecución de los críticos del gobierno lorenista.
En este caso, el pretexto fue que un presunto grupo de jóvenes vandalizó una obra banal. Una “cápsula del tiempo” como burda memoria de un gobierno hundido en la corrupción, la impunidad, el nepotismo, la insensibilidad, tráfico de influencias y abuso de poder. Un gobierno que presume ser “exitoso” y obtener “grandes logros” a partir del espectáculo, la farándula y la pirotécnia.
La vox populi está expresada en las redes sociales no oficialistas, en las que ya es frecuente encontrar la leyenda: “Se seleccionó la opción ‘Más relevantes’, por lo que es posible que algunos comentarios se hayan filtrado”. Que en términos simples y llanos significaría que “hayan sido censurados”.

