Ana Lilia internacional; Oscar nacional; Congreso local

Mario Alberto Macías Palma

MAÍZ Y METEPANTLE

Para la mayoría de políticos la política son espacios de representación popular, aunque sólo se representen a ellos y sus intereses. Dejan de lado lo importante para enfocarse en lo inmediato, ni siquiera atienden lo urgente.

Pocos son quienes trabajan en sus ámbitos por temas de trascendencia, la mayoría van pensando en elección tras elección.

Por ello resalta la labor que durante años ha llevado a cabo la senadora Ana Lilia Rivera, quien desde antes de acceder a cargos de Poder ha pugnado por la defensa del maíz criollo y en contra de la producción de alimentos transgénicos, entre otros asuntos.

Ahora que ha logrado el reconocimiento de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) del sistema metepantle -que es un método agrícola de siembra de maguey, el cual evita la erosión, conservar nutrientes de la tierra, retiene agua y humedad, ayuda a producir mejores cosechas- desde el Senado de la República, se palpan los resultados de su forma de hacer política.

Contrario a las críticas y sornas soterradas de la clase política local, y parte de la nacional, la senadora Rivera Rivera hoy es foco de atención de la política y prensa internacional.

No exagero, este fin de semana acudirán representantes de medios informativos extranjeros al estado de Tlaxcala para ser testigos de las bondades del metepantle, que ni siquiera es novedoso, es un método ancestral y para los tlaxcaltecas es tradición.

De igual manera desde el lejano país de Sudáfrica han buscado a la senadora para que acuda a dar a conocer la forma en que los organismos internacionales pueden impulsar la capacitación el financiamiento para que resuelvan el gran problema de falta de agua que padecen en aquellos lares.

En boca de la mayoría de los políticos y gran parte de la sociedad urbana se sostiene que “el campo y el campesino es lo más importante porque nos da de comer a todos”, pero escasos son los políticos que son congruentes y realmente hacen algo por este sector.

ESGRIMA…

BUENOS OFICIOS, CATAPULTAN

Sin reflectores, pero sí con trayectoria nacional, se catapulta el contador Oscar Flores, pues entre otros cargos fue el administrador de los recursos de la Secretaría de Educación Pública a nivel federal, una de las más grandes oficinas y con mayor presupuesto del gabinete presidencial.

En la última visita de Andrés Manuel López Obrador como presidente a Tlaxcala, se refirió al exdirector administrativo de la SEP, y para entonces ya secretario de Finanzas del Estado de México, como “un tlaxcalteca” que “ha cuidado los dineros del pueblo” mexicano.

Con su responsabilidad actual en las finanzas mexiquenses, hubo que comparecer ante el legislativo de aquella entidad, y salió tan librado en la entrega de cuentas, que llamó la atención de la prensa nacional, pues una de las principales columnas de los principales periódicos del país, Templo Mayor de Reforma, hubo de ocuparse de él.

Más allá de la cita sobre Oscar Flores, el impacto a nivel nacional se dio, incluso en otros medios de este nivel también lo notaron, que aunque desde el Poder presidencial se duda de su circulación y de la cantidad de público, no se puede negar su trascendencia, penetración y profesionalismo, por ello es de resaltar su presencia en medios nacionales.

ESTOQUE…

NEPOTE REELECIONISTA AUTOFAGO

El Congreso del Estado de Tlaxcala de verdad que es de lástima. Sus acciones no responden a su papel, ni de los diputados del partido en el Poder Ejecutivo ni de la oposición.

Hay una letanía de casos en que se ha violado el procedimiento legislativo, como las aprobaciones de reformas constitucionales en tiempo record, no les da tiempo ni de leerlas, o como el bodrio de la nueva estructura del Poder Judicial que terminaron por aprobar (sí aprobar, porque ellos ni siquiera la redactaron, sino que les llegó del Ejecutivo).

Pero la última es que queriendo armonizar con las leyes federales, quieren modificar la Constitución en relación con el nepotismo y la reelección… y mandan a “proponer” la reforma a un reelecionista, 3 veces diputado local, y orgulloso nepote.

Bladimir Zainos Flores, se ha reelegido dos veces, o sea tres legislaturas lleva, fue alcalde de Tepeyanco, municipio que ahora preside su hermano Williams, de quien nada se puede hablar de trayectoria política si no es por su hermano, ese Blady que se reelige y “nepotea” al exigir en la negociación de la alianza con Morena, posiciones para su familia.

La reelección que parecía dar profesionalismo al servicio público, resultó ser un coto de Poder en el que se recrudeció el nepotismo, porque entre más afianzado está el o la personaje en un cargo, más manipula leyes, normas y relaciones para beneficiar a la “family” del erario público en todas sus vertientes.

De verdad que el caso de Bladimir proponiendo prohibir nepotismo y reelección es ofensivo, una burla a la población. Ahí tienen el otro caso de su némesis Miguel Ángel Covarrubias, también reelecto, con su madre y su hermano en la alcaldía de Texoloc, luego su mami como diputada, aunque es él quien despacha, y otros más:

Héctor Ortiz y su hermano y sobrina; los Garay Ulloa y Garay Loredo; en su momento el matrimonio Paredes, el Jr. González Zarur-Aguirre; el cuñado del senador fallecido; la nuera del exgobernador; el sobrino de la exgobernadora; el hijo o las hijas, el cuñado, el otro cuñado, los exesposos; las novias; los primos Velázquez, y un largo etc.

Les digo, la letanía es larga.

Más de la mitad de los actuales diputados locales son reelectos, ¿cómo votarán contra sí mismos?

El nepotismo es claramente limitado y mal visto, pero el cinismo opaca cualquier rubor.

Pero lo que menos piensan, es en la inconstitucionalidad de las propuestas, pueden ser reglas partidistas, aún más principios morales, pero nunca leyes prohibitivas.

¿Si mi madre (qepd) es gobernadora, porque yo no puedo serlo en lo inmediato? ¿Si mi padre es diputado que razón me quita la oportunidad de sucederlo? ¿Si tengo un hermano que logra ser presidente municipal, por qué yo ya no puedo servir a mi pueblo desde el mismo cargo?

¿Dónde queda mi derecho a votar y ser votado? mientras estén a salvo mis derechos político-electorales, claro.

Eso ni siquiera lo piensan, no lo debaten, no lo consultan, solo obedecen a las pugnas intestinas superiores.

Así estamos en nuestro (lamentable) nivel local.

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