Raúl Contreras Flores
En medio de la “siembra” de cabezas humanas, el hallazgo de cadáveres encobijados o embolsados con narcomantas sobrepuestas, la localización de narcolaboratorios, ejecuciones, robos violentos y asaltos de alto impacto, el cobro de “cuotas”, extorsiones y amenazas al interior de los Ceresos, además de la corrupción, impunidad, nepotismo y abusos de poder, el gobierno fallido de Lorena Cuéllar Cisneros, fiel a su estilo, se apresta a montar otro show, en esta ocasión con la entrega del “Micrófono de Oro”.
Tras la desastrosa administración de la titular de la Coordinación de Radio, Cine y Televisión (Coracyt), Angélica Domínguez Hernández, la peor de la que se tenga memoria en la historia de esa estratégica dependencia pública, el día de mañana se llevará a cabo el quinto “magno” evento dedicado a celebrar un mismo motivo: ensalsar falazmente el “relanzamiento” de los medios de comunicación oficiales.
El primero de éstos se llevó a cabo el 1 de julio de 2024, a raíz de la fallida entrega de Radio Altiplano 96.5 FM a la empresa privada El Heraldo Media Group; es decir, celebraron la “recuperación” del control de la radiodifusora que fuera cedida por el propio gobierno lorenista. Ahí, el extinto Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) y el gobierno del estado firmaron un convenio de colaboración, aparte de anunciar una inversión de alrededor de 100 millones de pesos para la compra de equipos de alta tecnología, modernización de infraestructura y el fortalecimiento de los programas de radio y televisión. En donde se pidió evitar malos manejos y asegurar que los recursos se aplicaran de manera adecuada. El show se organizó en las instalaciones del Teatro Xicohténcatl ante la presencia de funcionarios federales del desaparecido Ifetel, del Sistema Público de Radiodifusión (SPR), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), del Consejo Directivo de la Red de México y del Canal 11.
Para entonces, la Coracyt ya había perdido la concesión de Televisión Tlaxcala Canal 10.1 Señal abierta, por no cumplir en tiempo y forma con los trámites administrativos, aunada a la salida del aire de Radio Tlaxcala 1430 AM, debido a la falta de mantenimiento a los transmisores, lo que provocó que éstos se quemaran. Nunca hubo una postura oficial acerca de estas graves irregularidades.
El segundo show del “relanzamiento” se montó el 6 de agosto de 2024, precisamente dentro del marco de la celebración del 50 aniversario de la XETT Radio Tlaxcala. Lorena Cuéllar Cisneros y su protegida, Angélica Domínguez Hernández, encendieron el nuevo transmisor “de última generación digital”, marca Nautel NX5, cuyo costo, se dijo, fue superior a los dos millones de pesos. A reserva de que se informen las características específicas del equipo adquirido, al día de hoy un transmisor AM Nautel NX5 tiene el precio de 33 mil 120 euros (https://todofm.com/marcas/nautel/), equivalentes a 723 mil 340 pesos 80 centavos (21.84 pesos por un euro – https://www.banxico.org.mx/tipcamb/main.do?page=tip…)
El tercer espectáculo se trasladó a la vecina ciudad de Puebla. El 27 de febrero del año en curso, Angélica Domínguez Hernández acudió a un connotado centro social y cultural de la Angelópolis, a recibir el “reconocimiento” otorgado por la empresa Telebyn a la Coracyt: “Por su invaluable contribución al fortalecimiento de la identidad, la unidad y el aprecio por los valores sociales y culturales de los habitantes del Estado de Tlaxcala a través de la producción y transmisión en radio, cine y televisión”, según lo escrito en la placa del galardón entregado.
La presentación del cuarto show fue el pasado 10 de julio. Al más puro estilo del gobierno despilfarrador, egocentrista y farandulero de la gobernadora neomorenista, Lorena Cuéllar Cisneros, se desarrolló el evento bajo el “refriteado” discurso del “Relanzamiento de Radio Altiplano, con tecnología de punta y alma tlaxcalteca”. Evento en el que estuvieron presentes personalidades de la radiodifusión nacional y representantes de medios locales.
El quinto espectáculo, ahora encubierto bajo el pretexto de la entrega del “Micrófono de Oro”, se presentará el día de mañana en las instalaciones del Centro Cultural Universitario (CCU) de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx).
Un evento en el que la Asociación Nacional de Locutores de México (ANLM) A.C., entregará tal galardón en reconocimiento a la trayectoria y el talento de destacados locutores, artistas, artesanos y personalidades del país, lo cual no se cuestiona en lo absoluto.
Lo estrictamente cuestionable son los millones de pesos que el gobierno lorenista lleva gastados en cuatro shows, y que van a aumentar de manera considerable con el espectáculo programado para el día de mañana. Una política contraria al postulado lopezobradorista de gobernar con austeridad republicana, en la que se contempla reducir el gasto público, combatir la corrupción y dar prioridad al bienestar social.
Millones de pesos malgastados, ya que en los medios oficiales se mantiene la desinformación, se privilegia el autoelogio, la autocomplacencia, el autoengaño. Los micrófonos se mantienen cerrados a las voces críticas, a la libertad de pensamiento, a la libre expresión, a la manifestación libre de las ideas. Micrófonos cerrados al debate, a la discusión plural, a los programas de opinión. Medios que no cumplen con el compromiso presidencial de su democratización. Millonarios recursos que se han gastado en promocionar una fallida estrategia de comunicación social.
Cuatro eventos convertidos en burdos shows para tratar de expiar culpas o errores cometidos por la ignorancia, la incapacidad o dolo de funcionarios mediocres. Así lo reconoce plenamente Angélica Domínguez Hernández, quien ante sus subordinados presume con todo cinismo no conocer nada de radio, cine y televisión, pero sí se considera una “experta” en “relaciones públicas” (sic y resic). Funcionaria símbolo del gobierno lorenista.
Mientras tanto, la siembra de cadáveres, cuerpos humanos desmembrados, ejecuciones, robos, asaltos, cobro de derecho de piso, extorsiones y amenazas siguen presentes ante la insensibilidad de la administración encabezada por Lorena Cuéllar Cisneros.
¡Y que siga la fiesta!