Andrés A. Solis*
Ésta diálogo ocurrió el 24 de febrero de 2020 en el Palacio de Gobierno de Chihuahua, cuando Javier Corral Jurado era gobernador, entonces con los colores del Partido Acción Nacional:
Reportera Luz del Carmen Sosa de El Diario: “Por favor, yo lo estoy haciendo y con todo respeto, señor gobernador”.
Javier Corral Jurado: “No, no tienen de mi parte ninguna consideración esas campañas de mentiras y difamación de El Diario”.
LCS: “Señor gobernador, le pido que por favor responda mis preguntas”.
JCJ: “No, a El Diario no le respondo”.
LCS: “Pero soy reportera, señor. Y tengo el derecho a que usted me responda”.
JCJ: “Está bien, pero no, ya no voy a caer en esa dinámica. No tienen respeto, punto”.
LCS: “Usted tampoco, señor. Le pido que por favor me responda. Respóndame por favor porque soy reportera y le estoy haciendo un cuestionamiento”.
JCJ: “No tengo ninguna obligación de responderle, ninguna”.
LCS: “Es sujeto obligado, señor”.
JCJ: “Ninguna obligación de responder mentiras a El Diario”.
No fue la primera ni la última vez que el ex gobernador panista, hoy flamante morenista, se enfrentaba a la prensa, se negaba a responder a periodistas, especialmente de El Diario. Ese mismo empleado público que en ese entonces tenía el atrevimiento de decirse periodista.
Tampoco ha sido el único empleado de gobierno en negarse a responder; yo mismo he enfrentado a personajes así, desde empleados menores de ayuntamientos, hasta gobernadores, secretarios de Estado y hasta el ex presidente de la CNDH, Jorge Carpizo, quien hasta echaba a correr para huir de la prensa.
Hace unos días lo hizo la presidenta cuando un colega periodista cuestionó sobre las sospechosas muertes de marinos relacionados con el tema del robo y contrabando de combustible.
Visiblemente molesta la presidenta que muy oronda gritó por la libertad la noche del 15 de septiembre, respondió al reportero.
“Ya no te voy a contestar”. Como si creyera que puede hacer eso.
Claudia Sheinbaum Pardo es la presidenta de México, la jefa del Poder Ejecutivo, la más alta funcionaria de este país y por lo tanto, le guste o no, está obligada política, social, moral y legalmente a rendir cuentas y responder a los cuestionamientos de la prensa, son una forma de rendir cuentas de sus actos a quienes dice gobernar.
Esos desplantes y berrinches sólo muestran que no le gusta la prensa incómoda, como a su antecesor; y en eso se parecen mucho a los ex presidentes panistas Vicente Fox y Felipe Calderón que tampoco les gustaba responder a periodistas.
Y luego hablan de libertades.
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*Periodista, autor del “Manual de Autoprotección para Periodistas” y de la “Guía de buenas prácticas para la cobertura informativa sobre violencia”. Integrante del Consejo Consultivo del Mecanismo de Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de la Secretaría de Gobernación. Conduce el programa “Expedientes MN”, que se transmite los viernes a las 18:10 hrs., por la cadena de Meganoticias