Brissa Montero
Después de que el ITE informará sobre el triunfo de Yair Castillo Pérez como Juez de lo Penal, en las redes sociales persiste una campaña de inconformidad y desprestigio en contra del ex dirigente juvenil en MORENA, quien sin contar con la formación ni la experiencia requerida, ganó la pasada elección para ser uno de los nuevos jueces en la entidad.
Hubo incluso, quien le envió una postura abierta al virtual integrante del Poder Judicial en el Estado para que de la misma forma demuestre que si es apto para el cargo que ganó con una mínima aprobación ciudadana.
Se trata de Richar “N” quien publicó una Carta abierta a Yair Castillo Pérez: la dignidad no se improvisa
Yair,
No tienes la más mínima idea de lo que significa la dignidad. Quienes formamos parte de la sociedad y hemos seguido tu trayectoria sabemos que no llegaste a este cargo por mérito, capacidad ni preparación. Comenzaste sin un título profesional, y es bien sabido que fue por conveniencia política que un día simplemente apareciste con uno.
Si de verdad estudiaste, te retamos públicamente a mostrarlo. Comparte tu historial académico, tus constancias, tu tesis. Demuestra que te formaste como cualquier persona honesta lo haría. Pero sabemos que no lo harás, porque detrás de esa investidura no hay esfuerzo ni formación, sólo simulación.
Ser juez no es cualquier cosa. No se trata de fingir resultados, como lo hacías cuando ibas a empresas prometiendo convenios que nunca se concretaron. No se trata de improvisar, como cuando vendías ropa desde tu camioneta en estacionamientos. Ser juez es haber estudiado, haberse preparado, conocer las leyes y tener la integridad que exige esa responsabilidad. Tú no tienes nada de eso.
No has llevado nunca un caso, no conoces los juzgados, no tienes carrera judicial, ni experiencia profesional real, ni formación política. Y aún así, hoy te presentas como alguien que representa a la justicia, en un nombramiento que sabemos bien es producto de una imposición, de un acuerdo político que insulta la inteligencia y la dignidad del pueblo.
Desde la sociedad civil, desde la conciencia ciudadana que no olvida ni se calla, te lo decimos claramente: te repudiamos. Repudiamos también a quienes, con tal de mantener el poder, te entregan un cargo que jamás debiste ocupar.
Puedes seguir aparentando frente a los demás, pero no podrás engañarte a ti mismo. Sabes que no llegaste por mérito ni por vocación. Llegaste por complicidad.
Y que te quede claro: estaremos vigilando cada uno de tus pasos.
Nunca lo olvides.
