La elección judicial en Tlaxcala un fracaso, ahora sigue la elección rumbo al 27

Por Miguel Ángel Meléndez Nava

Con la novedad que, los mexicanos estamos tan avanzados que antes de llevarse a cabo el proceso electoral del poder judicial, en varios puntos del país ya se conocían los nombres de los candidatos ganadores. En el caso de Tlaxcala, la elección fue un fracaso tanto para Lorena Cuellar como para Marcela González, ya que la votación fue de no más de 100 mil sufragios; el capital político que puede presumir la gobernadora y su operadora política estrella, a menos de  dos años de la elección para cambiar gobernador, diputados federales, locales, presidentes municipales  y presidentes de comunidad, el mensaje es contundente: los tlaxcaltecas no quieren saber nada de los cacicazgos  y los operadores políticos que fueron los funcionarios del gobierno estatal y federal, simplemente simularon, ya que su futuro no lo ven con Lorena ni con Marcela.

En nuestro estado, los Morenistas mandaron un mensaje de hartazgo del gobierno actual, quien no les cumplió, ya que el aparato político actual está lleno de fuereños y de ex priistas y ex panistas, quienes ahora juran ser parte del movimiento de regeneración nacional , pero que en sus tiempos tacharon de ser solo una locura política, hoy la realidad es cruda, la elección judicial  fue un fracaso, de nada sirvió que todo el aparato político estatal, federal,  municipal y del partido en el poder,  realizaron un trabajo de presión, perdón, de convencimiento , para que los trabajadores llevaran por lo menos quince familiares o amigos a votar, por los nombres de candidat@s que les marcaron en los ya famosos acordeones, si bien, hubo participación esta fue muy pírrica, ya que la ciudadanía no quiso ser partícipe de un fraude electoral, orquestado por el INE, quien solo fue un juguete para tratar de legitimar una elección de estado, que deja muchas dudas como por ejemplo: ¿Por qué  no se contaron los votos después de la elección? ¿Quién cuidó  los paquetes electorales que sobraron? ¿Qué autoridad electoral con calidad moral va hacer el conteo de la votación? ¿Por qué dejar un espacio de tiempo para conocer los resultados? Estas y varias dudas se sumaran para desestimar una elección que pone en peligro la impartición de justicia tanto a nivel federal como estatal.

Pero bueno en ocho, quince o veinte días los mexicanos conoceremos los resultados de una elección a todas luces amañada y con tintes de un fraude electoral que ni en sus mejores tiempos lo hizo el PRI ni el PAN, dos partidos que ostentaron el poder pero que  sabían guardar las formas, si bien hay que reconocer que la menos culpable de esta farsa electoral es la presidenta  Claudia Sheinbaum, no deja de ser un señalamiento serio a su administración, ya que el abstencionismo fue como de un 80  por ciento, aunque hay que ver sino nos inventan que en Tlaxcala, votaron más de 300 mil ciudadanos , lo que simple y sencillamente va a ser una mentira, pero bueno se la va creer el aparato político estatal y los seguidores de morena, pero la sociedad tlaxcalteca no; por cierto, muchos morenistas del gobierno y de a pie,  en pláticas expresaban que iban a seguir la farsa,  porque los obligaron para conservar su trabajo, pero que no estaban de acuerdo con ser partícipes de una elección donde la mayoría de candidat@s ni los conocían, además de ser gente sin experiencia en el ramo judicial y  lo peor que fueron impuestos por la inquilina de Palacio de Gobierno, aunque su consuelo era decir que la gobernadora ya solo le quedan dos años si es que no antes se la llevan a un puesto federal X o a una embajada X, sino al tiempo.

Hablando del tiempo una vez que ya paso la elección judicial, el poder de la gobernadora poco a poco va ir siendo menos y  los nombres de quienes pueden sucederla van a ser cada vez más  mencionados , de ahí que  los grupos políticos y hasta los mismos funcionarios estatales van a buscar tender puentes con quienes tienen posibilidad rumbo al 2027, en el ámbito estatal  se ve que el gallo de Lorena Cuellar y Beatriz Paredes es Alfonso Sánchez, presidente municipal que no alza en las encuestas, ya que  no tiene carisma, no tiene experiencia política y  lo que más le pesa, es pertenecer a la dinastía y a  los  grupos caciquiles que por décadas han ostentado el poder y que hoy  la mayoría de tlaxcaltecas ya no aprueban, de ahí que  la exigencia es  que sean políticos tlaxcaltecas que no estén ligados con ese cacicazgo, la ciudadanía exige un cambio  de políticos   con experiencia y preparación profesional, dentro de este grupo caciquil  la dirigente estatal de morena Marcela González, una política hecha en este sexenio a la sombra del poder que le da la gobernadora, si bien es una mujer hábil y con poder, sus posibilidades son muy pocas, no tiene experiencia política, es prepotente , autoritaria y no es operadora política, más bien sabe manejar el oportunismo, pero bueno si no es el esposo, es la esposa .

En el otro flanco aparecen la senadora Ana Lilia Rivera , el Contador Oscar Flores, la Secretaria de Turismo Josefina Rodríguez y la empresaria Dulce Silva, de este grupo sobresale  Ana Lilia Rivera , quien  puntea las encuestas, es una mujer inteligente y curtida en la política de izquierda,  pero su problema es que si se respeta la equidad de género a Tlaxcala le debe tocar candidato hombre y el  Secretario de Finanzas del Estado de México Oscar Flores,  sería el contrincante del candidato de Lorena y Beatriz Paredes, y el actual Secretario de Finanzas del EDOMEX,  es un hombre sencillo, con buen  perfil profesional y con amplia  experiencia en el servicio público, de ahí que  puede ser la mejor elección,  en cuanto a la  Secretaria de Turismo , creo que por su juventud y el lugar en que se encuentra le  sería mejor acumular más experiencia y relaciones políticas,  mientras que Dulce Silva, es una mujer con carisma y  con experiencia, pero si hay justicia en la equidad de género  su futuro  sería una   diputación  federal, después el senado  y llegaría muy fuerte en ocho años a la candidatura gubernamental, bueno es mi punto de vista, pero el tiempo tendrá la última palabra.